Finalizo con sabor agridulce.
La parte oscura, donde mi deseo habría sido mantener intactas mis capas sin ningún resquicio. Habiendo querido que tus labios no se hubiesen acercado a los míos con ese deseo tímido que te caracteriza. Saber la verdad de tu dolor desde el primer minuto y haberme dejado escoger si quería participar de él, antes de que la piel sintiese nuestras almas. No haber malinterpretado tus palabras, o no darle el sentido que yo quería, cuando hablaste de tus pilares básicos respecto a los sentimientos. Mi parte oscura es ahora el deseo de no conocer tu existencia.
La parte dulce, se prolonga en cada una de las células que "me vive" con cada recuerdo. Ese mismo roce del primer beso del cual querría renegar y al que no puedo porque me devuelve la admiración de tus ojos de agua cuando me miras y crees estar descubriendo un mundo que yo ya doy por sentado. Se endulza mi sonrisa cuando me viene tu imagen siguiéndome por cada una de las estancias de mi casa, como si tuvieras miedo de perderme, como si realmente fuese un sueño en el que desaparezco. Me brillan los ojos cuando imagino tu descubrimiento de las caricias que me surgen de los sentidos. Vivo cuando...
Por muchas más cosas, sí quiero haber sabido de tu existencia.
Si se entra en la vida de alguien ese alguien también tiene poder de decisión sobre tu decisión, si no, es que todo es mentira.Iuska-31 Desembre 2011