sábado, 7 de julio de 2012

Si tú supieras que yo sé lo que tú sabes y piensas....

Como continuación de la premisa "no es importante.... pero está ahí"  de algún escrito pasado, pero repasado, me sigue un pensamiento de continuación (aunque no se entienda, pero lo combina mis neuronas, así que me resulta válido) " si tú supieras que yo sé lo que tú sabes y piensas..." Los puntos suspensivos sirven para cada cual, yo "mismamente" (utilizado con asiduidad por una grandísima amiga) diría "qué?? no me importa que lo sepas si me importase mi lenguaje corporal no sería descuidado y no lo percibirías... ("pa chula yo" jejeje pero con simpatía, nunca con prepotencia)
Podría decirse si entrásemos en el decálogo "psicologil" que si dices que no es importante, es que realmente te importa, pero si lo miramos en el día a día, es una importancia relativa, simplemente piensas en ello y lo haces para "resetear" situaciones, sin más, por lo tanto no le demos más importancia de la que tiene.
En cuanto a saber que puedes pensar, también es para una recolocación neuronal y saber por donde "tirar", que no desechar, una mismamente y el derrotero que escogerá quien tienes enfrente, por estar prevenido "no más" y utilizar el bagaje para no enrrocarse en el mismo camino.
Cada uno debería conocer sus límites "si més no" decidir qué límites quiere traspasar.
Discurseando e intercambiando emociones, sensaciones y hechos en momentos de complicidad, comentaba yo (ego) el otro día "quiero comprobar, evaluarme, o como queramos llamarle, como poder pasar por la misma situación, valorándola y actuando de manera mejorada, me planteo el reto: tampoco ha sido tan difícil esta última vez y me alegra comprobarme que he encontrado los mecanismos de supervivencia mejor que veces anteriores. Arriesgémonos pues y démosle vidilla a la vida. Eso sí compañer@s puedo hacerlo porque sé que estáis ahí con vuestra generosidad, sabiendo que no es gratuita y que contais con la mía siempre que la necesiteis. Esta vez "però" consciente, no juego a una sola carta (la ingenuidad también se trabaja y la llevas hasta el límite conveniente) no voy a enseñar, ni la segunda, ni la tercera... hasta que no acabe esta partida...