Hace horas que empezó a entrarme por las venas, lo presiento... No lo
niego, sería absurdo, sé que se acerca y noto su aliento, sólo hago
acopio de fuerzas para no sucumbir a su lento proceso de oscuridad hasta
llegar a hivernar. Aunque los veranillos
de San Miguel y San Martín nos quieran engañar creando un oasis
inexistente, sé que vienes achuchando. No caeré en tus redes, esperaré
agazapada porque sé que luego vendrá el resurgir de nuevo en el
despertar de mi adorada primavera...