Cuando el alma envejece, no es sinónimo de decrepitud necesariamente....
Se arruga la piel, se ensancha el cuerpo, se marca con las cicatrices del camino, se sincroniza con el tiempo y la naturaleza.
Cuando existes en el mundo, el patrón de la mayoría de tus conciudadanos, marca lo establecido, lo vives mal, más bien, muy mal.
Percibes las críticas escondidas, los prejuicios, el juicicio sobre lo material. A partir de tu cambio fisico, que no siempre se corresponde, en el mismo plano, con el espiritual, te ridiculiza, te compara, te minimiza.
Llega un día en que el universo, el destino, tu entorno, lo que sea... te muestra una luz que te abre la mente, te reconforta y te deja volar. Te devuelve a la sensación de libertad con la que naciste.
Aquí cambia todo, decides sobre ti, sin contar con lo establecido, decides que luchas por ti, es poner un grano de arena MUY, MUY GORDO, en el destino de tus vástagos, puede ser que ahora no lo "denoten" pero llegará, seguro que llegará...
A tomar por saco el resto que no lo sepa entender...
Lo he dicho muchas veces, me lo enseñó una gran persona, una gran mujer:
- Decido mi destino, pese a lo que quieras decidir tú por mi.
No necesito tampoco una terapia establecida, la cual respeto por las vidas alargadas pero no salvadas. DECIDO O MÁS BIEN, QUIERO DECIDIR a pesar de lo establecido.
YO DECIDIRÉ, YO ESCOGERÉ EL CAMINO A SEGUIR, respeto la ciencia, sé que también hay UTOPIA pero sólo en sus bases. Cuando se convierte en economía, deja de banda todo aquello que fluye.
Sólo quiero poder decidir mi camino. Besos, besos, besos... Infinitos "tú, ya sabes"
Tú me hablas de generosidad, de dejar pasar el amor por encima del hecho altruista del disfute del o de la otra.
Mi respuesta:
- Anda Ya!!!!!